Amanece la noche sin miedo al dolor
de los cristales rotos de la luna.
Amanecen los chopos, riachuelos, abejas y panteras.
Estiran sus alas las aves que adormecidas
parecían desmayadas por pálidas...
Es la vida con las notas de átomos flotando
en el vuelo planeado, circular, tenso y lento,
de momentos con pulso opaco.
Noche de mi alma, que despierta al calor
de las olas amarillas.
Noche de mi alma, que se entrega al placer
sigiloso de la entresombra.
Noche tranquila, ¡ yo temía tu despertar !
Mas ahora te siento enamorada ofreciéndome
la manzana de la luna llena, y mi corazón
canta el frenesí de este lago manso,
manso lago que me absorbe
como el imán de sus ojos.
La noche es un collar de diamantes
donde cada estrella piruetea con el rejón de su luz.