Amaneciendo

Amaneciendo
Luz del interior/Foto de Internet

jueves, 17 de septiembre de 2015

Canto octavo














Amanece mi alma a los silencios diáfanos
que circundan tu cielo límpido de naranjos,
zafiros, gelatinas y granadas.
Nace a la madre, al niño, a la casa, al jardín,
al parque y a la ciudad.
Noche algodonada -en cualquier caso-
acaricia mi barba asediada de caracolas
pelirrojas, pelitersas y aun domadas.

¡ No creas que me he ido !

Escucho tu fluido soliloquio de planetas,
constelaciones, océanos y tranvías.

Eres VERDAD la noche que me abriga.
TODO
AHORA
SIEMPRE
AMOR

Es hora de seguir el viaje.



Canto noveno








Vuelvo al camino. 

La noche es vida, vida plena 

donde reside la esencia íntima del día.

Dentro están la estrella, la luna, el búho, el grillo, la rana

y el paraíso de la niña.

Dentro.

Siempre junto a la reja, al calor del emparrado,

sintiendo ese sueño sin cuerpo que me abrasa.

Toda la noche eterna 

ahora cortejándote,  conquistándote, seduciéndote:

verde, blanca,azul, amarillo... Como el bochorno de enfrente.

La luna me ha conquistado todo: arriba, abajo, afuera, adentro, siempre, nunca...

AHORA. Ahora que mi alma nace. Ahora que la luna crece. 

Ya jamás será tarde.

 Siempre ahora amenaza.

Bisbiseo.

Lo demás es capricho y obsesión, 

sílabas de entreceja al son de la música nocturna,

archipiélagos en esta fiesta de toboganes y verbenas.

Ahora abarca todo la sombra sutil del imponderable

volumen de las medusas sirocas.

domingo, 21 de junio de 2015

Canto décimo






          Nubes de alamedas adormecidas bajo la red
de lunas flotantes en los límites inmediatos
del sueño.
          Yo sé que tu sonrisa es la música callada
que me acaricia, ahora que los juncos suaves
hormiguean mi piel, abarrotada con los lunares
de tus besos, aterciopelados, espumosos, esotéricos,
marinos, musgosos y frescos.
          De noche es más ardiente el silencio, es más profundo
el diálogo, es más directo el juego de la brisa y los árboles.
Seguramente tu mirada de escaparates y pasarelas
hizo de mis retinas la diana receptiva de su deseo
submarino. Y por eso los rayos luminosos
del día, coloreado de verano, playas, atardeceres,
ojos y primavera, me trasladan a la noche,
paraíso de cataratas y de íntimos caleidoscopios,
a esa noche despierta de realidades, a esa noche
con la que no puede el tiempo, el sueño, el mito,
ni la ciencia.
           Porque es toda alma abierta, florida, enamorada, celeste, encarnada...

Sé que en tu sonrisa se abre el corazón de las magnolias.

sábado, 20 de junio de 2015

Canto decimoprimero





Y siento un techo de manos que nos acerca
al microcosmos de estrellas derramadas
entre pestañas.
Es verde la sombra del presente que nos llama...
¡ verde !
Un rugido de estatuas enreda la melena de plata,
y la epidermis verde de la rana dilucida la penumbra clara.
La noche se duerme, se sueña...
La noche no pasa, y en el pecho desnudo, en vela, una hebra
despeinada pone con ternura su cabeza.

Una lluvia de hilos va descosiendo su entraña.


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                             ¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨

viernes, 22 de mayo de 2015

Canto decimosegundo






AMANECE

Amanece en mi alma la guitarra callada.
El peso latente de la palabra rompe
la rama de la madrugada. Aún queda
algo de noche en el cuerpo de esmeralda,
aire inconsciente que llama al cristal
de la ventana, ramillete de golondrinas
enredado de recuerdos y nostalgia.

AMANECE.

La luz que reina no puede con mi sueño
de grillos y luna. El vaivén de la goleta
es un duermevelas, y el cielo parece
recoger su tinta de calamares.
La marejada de anoche no eleva ancla
en tu mirar silvestre.
Todavía centellean los fuegos artificiales.
La mañana tienta al oleaje, los olivos
y la muralla.

Son extensos rastrojos de plátano descolorido,
con pétalos en la sangre. Calor de álamos viejos
y envejecidas alas sin volar.
Tú dejaste las curvas sonoras en las encinas
de mi pueblo.
Tú sembraste en las cálidas llanuras de mi alma
los misterios de este sueño que ahora germina.
Creo que los arcos de nuestro puente
nos llevan a un jardín de rododendros
con música sin abrir.

AMANECE



sábado, 25 de abril de 2015

Canto decimotercero





Amanece la noche sin miedo al dolor
de los cristales rotos de la luna.
Amanecen los chopos, riachuelos, abejas y panteras.
Estiran sus alas las aves que adormecidas
parecían desmayadas por pálidas...
Es la vida con las notas de átomos flotando
en el vuelo planeado, circular, tenso y lento,
de momentos con pulso opaco.
Noche de mi alma, que despierta al calor
de las olas amarillas.





Noche de mi alma, que se entrega al placer
sigiloso de la entresombra.


Noche tranquila, ¡ yo temía tu despertar !
Mas ahora te siento enamorada ofreciéndome
la manzana de la luna llena, y mi corazón
canta el frenesí de este lago manso,
manso lago que me absorbe
como el imán de sus ojos.

La noche es un collar de diamantes
donde cada estrella piruetea con el rejón de su luz.



viernes, 24 de abril de 2015

Canto decimocuarto







Cae la noche almendrada desprovista de yugos y tenazas.
Canta la nena su nana.
Noche clara, noche limpia, noche despejada ...
Ahora tu fondo se alcanza en la mirada.
¡ Qué cerca y tangible la rosa de tu almohada !
En la terraza, al cobijo de una penumbra de nogales,
los verdes oscuros apagan su acerbo tacto.
Hoy es todo dócil, sereno, suave. Un silencio de uvas
fermenta alrededor de mayo sorprendente.

La terraza es una burbuja de grillos con risa,
y la nana de la nena place a las estrellas de su cuna.

Mayo apacible, flores cortejando a la enredadera
y los emparrados de seda en el patio de la primavera.

El aroma profundo de tu entraña ha seducido al alma del poeta.